Deambulo aburrida por la casa, observando cómo mi sombra se arrastra perezosa por la pared. La contemplo como en una exposición de arte. Con poca pasión, realizo un movimiento del brazo. La figura negra cambia. Añado un gesto con la pierna y un tímido paso de baile. Con dudosa maestría giro sobre mí misma dotando a la oscura figura de un halo de poderío. Incluyo hombros y cabeza. El pasillo deviene una pista de baile. Desde el patio de luces, tras la ventana abierta, se escucha un <<oooolé>>.
Echo cuerpo a tierra y espero a que se me trague.
Para Cinco palabras, con las palabras del cantante Raphael: arte, pasión, movimiento, maestría, halo.
Jajaja, qué bueno. A todos nos ha pasado alguna vez y hemos querido que nos trague la tierra. Lo has descrito de manera magistral, Aurora!!
Besicos muchos.
Gracias, Nani. Se me ha venido esa escena en cuanto he leído las palabras, ¡a saber qué me pasa por la cabeza!😂😂
Sea cómo y dónde sea, siempre hay mirones.
Saludos,
J.
Es que somos mucha gente, Jose. Menos mal que existen las cortinas😜
Aurora, que bien has conjuntado todo, el relato es el retrato de ciertas tardes de domingo, en las que uno ya no sabe que hacer.
Buen lunes.
Lo malo es que a veces se te olvida bajar la persiana😂Un abrazo, Ángel.
Una anécdota simpàtica y muy bien contada.
Un abrazo, Aurors
Me alegra que te lo parezca, Ángel. Un abrazo fuerte😊
😊 ja, ja! Juego de sombras, juego de bailaores… Muy bueno.
Hay tardes tontas…😂😂😂Lo único es que hay que tener cuidado en cerrar las cortinas😜